Tálamo

Google… tecleas…. “decoración de sala” o “agencia de publicidad”, ¿se te hace familiar? Por supuesto, y es que es inevitable no recurrir al buscador más común de internet cuando queremos obtener algo, ya sea información de interés, noticias, tutoriales, curiosidades o cuando queremos encontrar un servicio o producto. El estudio ‘Data Never Sleeps 7.0’ (Los datos nunca duermen 7.0), realizado por Domo, descubrió que a diario en un solo minuto se realizan más de 4 millones de búsquedas en Google, lo que confirma que una de las mejores formas de conectar con tu cliente es crear contenido a través de tu página web.

Fe de ratones

EL QUE IMPRIME LA PAGA

Se conoce como fe de erratas a un método de corrección posterior a la publicación de un texto impreso (y ahora digital), mediante el cual su autor reconoce públicamente el error y lo rectifica; hemos observado esta figura, sobretodo en noticias impresas en periódicos, interminables desfiles de rectificaciones han pasado ante nuestros ojos con las más variopintas razones, pero ¿de quién es la culpa?

Precisamente en nuestro haber noticioso nacional, “las papas queman” en el últimamente polémico CNE, ante el inaudito error cometido por dicho organismo al imprimir, en las papeletas electorales de presidente, el logotipo equivocado de los Amigos de Mejor EC, ¡fe de erratas! Quise decir del movimiento que Mejor quisieron quedar como Amigos, ¡Rectifico! Del movimiento Mejor Ec que en el proceso cambiaron su nombre (por ende su logo) por Movimiento Amigo ¡qué enredo! Seguramente esto les ocurrió a los funcionarios del CNE, quienes en alguna parte del proceso se equivocaron, o bien fue una serie de errores que, cual efecto dominó, culminaron en la impresión de nada más que 6 244 000 de papeletas, las cuales a razón de 9 centavos cada una, costaron al Estado la módica suma de USD 5,03 millones, esto según el sistema de referencias que podemos encontrar en el portal de compras públicas; ahora bien, la pregunta del millón (o mejor dicho de los 5 millones) ¿quién va a pagar todo eso?.

“El que la hace la paga” reza el dicho, pero ¿quién la hizo? ¿el movimiento político? ¿el que receptó el logotipo? ¿el diagramador que ajusta toda la información gráfica y textual en la maqueta de la papeleta? ¿el corrector de estilo? ¿el director de arte que aprobó el diseño? ¿el prensista? ¿todos? ¿nadie? Quisiera contrastar  el caso con el “bautizo” que todos, absolutamente todos los diseñadores gráficos hemos tenido que pasar al menos una vez al iniciar nuestra carrera: pagar las impresiones de una pieza gráfica en la que nos equivocamos.

“Así está en el texto que me envió el cliente”, “yo no leí, solo copié y pegué”, “soy diseñador, no corrector de estilo”, “así me aprobaron la prueba de color”, blablabla, no importa cuanta explicación o justificativo apliquemos, al final tenemos que pagar los mil flyers que se imprimieron hablando de en la portada y de usted en el reverso, o las dos mil tarjetas de presentación con una falta de ortografía en el apellido del cliente, y es así como llegamos a casa con un paquete lleno de impresiones para empapelar el barrio entero y un descuento importante en nuestro sueldo a fin de mes.

Y es que estamos mal acostumbrados a justificarnos, a tirar la pelotita a otro, a no reconocer nuestras equivocaciones, a esperar que alguien más resuelva nuestras embarradas; amén del tema de las papeletas mucho se ha difundido en redes la siguiente premisa “si una entidad profesional como el CNE se equivoca en la impresión de las papeletas ¿Qué se puede esperar de nosotros como país?”. Pues no acepto ese vaticinio, la calidad gráfica y de contenido no se improvisa y la experiencia no se crea de un día para el otro, el profesionalismo de quienes hacemos una agencia de publicidad se ha construido con años de trabajo, con procesos planificados que filtran y minimizan la posibilidad de estos errores, no confíe su marca a cualquier improvisado solo porque sabe usar Canva y por lo que más quiera, no imprima con el CNE.

SANTIAGO CÓRDOVA
MÚSICO, DISEÑADOR, POETA Y LOCO